Nuestra Historia

Somos, Marcos y Ramiro. Un padre y un hijo con un sueño que poco a poco se va haciendo realidad, y hoy estamos aquí para contarte como surge el proyecto de nuestras vidas.

Durante más de treinta años tuvimos una carnicería. No era un local cualquiera: era un lugar de trabajo, sí, pero también un lugar de encuentro, de aprendizaje y de orgullo. Allí pasamos buena parte de nuestras vidas, entre cuchillos, charlas con los vecinos, cortes precisos y rutinas que se volvieron casi sagradas.

Desde muy chico, uno de nosotros (Marcos) estuvo ahí, aprendiendo el oficio con paciencia, observando, ayudando en lo que podía. Y el otro (Ramiro), transmitiendo todo lo que sabía, no solo sobre carne, sino sobre trabajo bien hecho, respeto por el cliente y compromiso con cada detalle.

La carnicería era más que un trabajo: era parte de nuestra historia como familia. Pero en 2020 llegó la pandemia, y como a muchas otras personas, nos tocó vivir una realidad durísima. La presión económica se volvió insostenible y tuvimos que cerrar. No fue fácil. Fue un duelo silencioso, el de ver apagarse algo que habíamos construido durante décadas.

Pero también fue el momento en que decidimos no quedarnos quietos. Teníamos experiencia, teníamos amor por nuestro oficio, y sobre todo, teníamos una certeza: algo nuevo podía nacer de todo eso.

Sabíamos que no queríamos hacer “lo típico”. Vender cuchillos, por ejemplo, nos parecía entrar en un mundo saturado, dominado por marcas grandes. Pero había un aspecto de nuestro trabajo que conocíamos profundamente: el filo. Porque si hay algo que aprendés tras tantos años entre cortes, es que el filo es todo. Un cuchillo sin filo no sirve, sin importar su precio o marca.

Así fue como nació la idea de crear un afilador. Pero no cualquier afilador. Queríamos hacer algo distinto: un afilador simple, efectivo, duradero, que realmente funcione para cualquier persona en su casa. Algo que reflejara lo que valoramos: la calidad, la practicidad y la confianza.

Después de muchas pruebas, diseños, errores y aprendizajes, nació Campinel: un afilador con base magnética y doble ángulo, pensado para acompañarte en la cocina y devolverte esa sensación tan olvidada de cortar sin esfuerzo.

Hoy, cada vez que alguien afila su cuchillo con Campinel, sentimos que una parte de nuestra historia sigue viva. Que ese oficio que tanto nos enseñó encuentra una nueva forma de llegar a otros hogares.

Campinel no es solo un producto. Es un proyecto que nace de lo que somos, de lo que fuimos, y de lo que queremos compartir.

Gracias por acompañarnos, por confiar, por leernos. Y sobre todo, por dejarnos ser parte de tu cocina.

– Marcos y Ramiro
Campinel · Desde 2020